miércoles, 15 de octubre de 2014

Muerto el perro, se acabó la rabia

Tomar medidas preventivas ante una amenaza es razonable, comprensible, cualquiera lo haría, pero el hecho de no tomarlas hasta que el problema está completamente incrustado en el sistema es algo incoherente. Hay muchas quejas actuales sobre las medidas de prevención que toma el Gobierno contra el Ébola. Ni hechas pruebas ni estudios sobre la salud del animal, el presidente del Gobierno acepta el sacrificio del perro de la enfermera contagiada, Excálibur. Miles de personas se han echado a la calle, protectoras, amantes de animales, gente decente a la que le indigna tan poca humanidad. Y yo me pregunto, ¿para qué sacrificarlo? Aunque hubiera tenido Ébola, enfermedad que de momento solo a los humanos les ha respondido mal en el organismo, no se habrá acabado el problema. Si esa fuera la solución lo único que habría que hacer sería meter a todos los contagiados o posibles contagiados en un mismo sitio y matarles a todos, pero claro, ¿dónde quedaría la humanidad? Se ve que es más humano sacrificar a un animal inocente sin hacerle pruebas o mantenerle en observación para ver su evolución. Ni los gritos de miles de personas en las calles han podido parar que unos hombres entraran en el piso vestidos con un traje especial y sacaran al perro y lo metieran en una furgoneta a continuación. Ese mismo día fue sacrificado, en contra de la voluntad de sus dueños, quienes no pudieron hacer nada para salvarle. Me parece una crueldad hacerle eso a una pareja que ni siquiera ha tenido hijos y que, por lo tanto, el perro sería jugaría el papel de uno de ellos o simplemente por ser tu compañero y amigo. Que te lo arrebaten de tus manos sin más y decidan matarlo por ‘seguridad humana’. Y se ve que no han conseguido su propósito, puesto que el Ébola se sigue expandiendo y este país no tenía las medidas cuando llegó, ni las tiene, para tratarlo. Un problema debe ser tratado desde su raíz, allí donde nace; no por muerto el perro se acabará la rabia.

Por: Paula Poswac

No hay comentarios:

Publicar un comentario